La joven que cambio una vida
Oliver Johnson era un obstinado ateo que presidia con
mano dura una empresa maderera; su principal objetivo era ganar dinero, eso le
causaba un enorme placer; su principal motivación de cada día era irle ganando
mercado a las demás madereras, para conseguirlo sabia que debía aprovechar al máximo
el rendimiento de su personal y por experiencia había aprendido que los mejores
obreros eran los Cristianos; esos ingenuos, como el, los consideraba.
El solo creía en el hombre, en su
inteligencia para vencer obstáculos, en la decisión y la astucia comercial…lo demás
era un lindo cuento para gente poco ilustrada afirmaba cada vez que alguien
sacaba el tema de la fe en un ser superior ¡¡¡El único superior acá, soy yo!!! Se
lo escuchaba decir cada tanto algún obrero.
En los últimos tiempos varios de sus
amigos lo habían visto mas encerrado en si mismo, le preocupaban los cambios económicos
que se estaban produciendo en su país; la apertura económica a otros mercados,
el ingreso de mas importaciones, muchos ciudadanos había optado por comprar
muebles de madera importados, que se conseguían en el mercado a mucho menor
valor, que los que fabricaba la empresa de Oliver Johnson; por primera vez en
su vida se dio cuenta que, por mas voluntad y horas de trabajo que le
dispensara a su empresa, esta seguía perdiendo mercado; el stop que tenían sus
clientes comerciales, que aun le seguían siendo fieles permanecía sin vender;
los costos fijos se mantenían y el salario; aunque muy bajo de sus obreros iban
erosionando su capital, tenia que tomar drásticas decisiones; al día siguiente suspendería
personal, a otros les daría vacaciones adelantadas y algunos directamente los dejaría
sin trabajo; no podría esperar un día más…
(continuara)
No hay comentarios:
Publicar un comentario